Vivimos acelerados. El café ya no alcanza, las apps de meditación no duran más que un lunes motivado y la playlist de sonidos de lluvia ya nos suena a diluvio emocional. Pero, ¿y si existiera un gadget que te ayudara a relajarte con solo ponértelo en la cabeza?
No, no estamos hablando de un casco de realidad virtual con vacaciones simuladas, sino de Thync Calm, un dispositivo que prometía reducir el estrés usando… ¡electricidad! ⚡🧠
¿Qué es el Thync Calm exactamente? 😶🌫️
Thync Calm fue uno de esos inventos que parecen salidos de una novela de ciencia ficción o de un pitch de Silicon Valley con exceso de matcha latte. Se trata de un dispositivo portátil, del tamaño de un mando a distancia, que se coloca sobre la frente o detrás del cuello y que estimula el sistema nervioso con impulsos eléctricos de baja intensidad.
La idea era simple: si podés alterar tu estado de ánimo con químicos (como el café o una copa de vino), ¿por qué no hacerlo con pequeños pulsos eléctricos que estimulen directamente los nervios? 🧬

¿Funciona o es humo con leds? 💨💡
Thync afirmaba que su dispositivo podía:
- Reducir el estrés
- Inducir calma mental
- Mejorar el enfoque
- Ayudarte a dormir mejor
Según la empresa, el dispositivo utilizaba un proceso llamado neuromodulación transcutánea, que estimula los nervios craneales a través de la piel. En otras palabras, no necesitabas abrirte el cráneo (¡gracias!) ni volverte cyborg: solo ponértelo, activarlo con una app, y dejar que los impulsos hicieran su magia relajante.
Y sí, algunas personas decían sentir efectos reales. Como una especie de cosquilleo zen. Pero también hubo quienes no notaron absolutamente nada, salvo una extraña sensación de estar protagonizando un episodio de Black Mirror. 📺🤯
¿Y qué dice la ciencia? 🧪🔍
La estimulación nerviosa no es un invento nuevo. Técnicas similares se usan en entornos médicos para tratar desde depresión hasta dolor crónico. La diferencia es que Thync intentó llevar esa tecnología al consumidor promedio, como quien compra una bandita de fitness o un masajeador de cuello.
El problema es que, aunque la teoría suena bien, los estudios independientes sobre su efectividad fueron limitados. No hubo consenso científico claro sobre si realmente funcionaba como prometía o si se trataba más bien del poder del placebo con diseño minimalista.

¿Qué pasó con el Thync Calm? 🧻📉
A pesar del hype inicial, el dispositivo no sobrevivió a la dura jungla del mercado tech. La empresa redirigió sus esfuerzos hacia soluciones médicas más avanzadas y dejó de producir el Thync Calm como dispositivo de consumo. Hoy es más un recuerdo geek que otra cosa, aunque todavía se pueden encontrar unidades de segunda mano en Internet… si sos muy curioso o te sobra tiempo y dinero.
¿Estamos listos para la relajación electrónica? 🧘♂️🔌
La idea de controlar nuestras emociones y estados mentales con tecnología no es nueva, pero sigue siendo un campo con más promesas que resultados. El Thync Calm, con su diseño elegante y propuesta ambiciosa, fue un intento pionero de mezclar neurociencia y bienestar personal sin necesidad de drogas ni retiros espirituales.

¿Falló? Tal vez. ¿Fue una estafa? No necesariamente. Puede haber sido simplemente un caso de “muy adelantado a su tiempo”… o una idea buena mal ejecutada. Como tantas otras que se lanzan con bombos y platillos en Kickstarter y luego desaparecen más rápido que tus ganas de ir al gimnasio después de enero. 🏃♀️🍕📆
🧠 ¿Y vos qué opinás?
¿Usarías un dispositivo que te estimula los nervios para relajarte?
¿Te parece el futuro de la salud mental o preferís seguir con los mates y las caminatas?
Comentá abajo y compartí esta curiosidad con esa persona que necesita urgente una siesta con corriente alterna. ⚡🛌💬