Cuando pensamos en Venecia, nos vienen a la mente imágenes de góndolas deslizándose por canales estrechos, palacios antiguos reflejándose en el agua y una atmósfera romántica única.
Pero detrás de esa belleza casi mágica se esconde una historia increíble: Venecia fue literalmente construida sobre el agua.
¿Por qué se construyó Venecia en una laguna?
A partir del siglo V d.C., el norte de Italia sufrió una ola de invasiones bárbaras que dejó a muchas ciudades vulnerables. Para escapar del caos y encontrar protección, los habitantes buscaron refugio en un lugar inesperado: las islas pantanosas de la laguna veneciana.
Este terreno hostil, lleno de barro, agua salada y canales naturales, no era el lugar ideal para fundar una ciudad… pero justamente por eso era perfecto para evitar a los invasores.
Así comenzó una de las construcciones más sorprendentes de la historia humana.

El secreto de su construcción: troncos bajo el agua
El gran desafío era evidente: ¿cómo edificar sobre un terreno tan inestable?
La respuesta fue tan ingeniosa como laboriosa: millones de troncos de madera fueron clavados verticalmente en el fondo fangoso, formando una base sólida.
Los venecianos utilizaron principalmente troncos de álamo y roble. Estas maderas eran abundantes en la región y, además, tienen características particulares que las hacían ideales para este desafío: el álamo es flexible y resistente a la humedad, mientras que el roble es denso y extremadamente duradero.
Bajo el agua, y en un entorno donde hay poco oxígeno, la descomposición de la madera se detiene. Con el tiempo, estos troncos no solo evitaron pudrirse, sino que se mineralizaron parcialmente, endureciéndose casi como piedra.
Sobre esta base de madera sumergida, se colocaron bloques de piedra y se comenzaron a levantar casas, iglesias, puentes y palacios.
Cada edificio que vemos hoy en Venecia está apoyado sobre un «bosque» sumergido que permanece oculto bajo las aguas de la laguna.
Una ciudad que desafía al tiempo y al agua
A pesar de los siglos, de las mareas, de las inundaciones y del paso incansable del tiempo, Venecia sigue de pie.
Hoy enfrenta nuevos desafíos, como el fenómeno del acqua alta (inundaciones estacionales) y el cambio climático, pero la ciudad mantiene su espíritu resiliente.
Venecia no solo es una joya arquitectónica: es también un testimonio vivo de la creatividad y la determinación humana para adaptarse incluso en los lugares más improbables.