Hoy en día, el anime es parte del día a día de millones de personas. Desde series épicas como Naruto y Attack on Titan, hasta películas hermosas como El viaje de Chihiro, este estilo de animación japonesa ha conquistado corazones en todo el mundo. Pero… ¿alguna vez te preguntaste cómo empezó todo esto?
Todo comenzó hace más de 100 años
Aunque no lo creas, el anime tiene más de un siglo de historia. Los primeros cortos animados japoneses aparecieron alrededor de 1917. Eran muy cortitos, hechos a mano y, claro, ¡en blanco y negro! Uno de los más antiguos que se conserva se llama Namakura Gatana (La espada sin filo) y tiene un humor muy peculiar.

Un tal Osamu Tezuka lo cambió todo
Si hablamos de anime, no puede faltar el nombre de Osamu Tezuka, considerado el «padre del manga» y uno de los grandes responsables de que el anime se volviera lo que es hoy. Inspirado por las películas de Disney, creó Astro Boy en 1963, la primera serie de anime para televisión. Su estilo de dibujo con “ojos grandes” se volvió todo un símbolo.
Robots, magia y mundos locos: así se expandió el anime
Con el tiempo, el anime empezó a explorar todos los géneros imaginables: robots gigantes (como Mazinger Z), chicas mágicas (Sailor Moon), aventuras marciales (Dragon Ball), y muchos más. Para los años 80 y 90, ya era un éxito fuera de Japón, especialmente en América Latina y Europa.

Y hoy… está en todos lados
Gracias a internet y las plataformas de streaming, el anime se volvió más popular que nunca. Hay series para todos los gustos: drama, terror, comedia, ciencia ficción, romance, ¡incluso cocina! Además, es fuente de memes, cosplay y hasta filosofía para algunos fans.
Dato curioso: En Japón, la palabra anime se usa para hablar de cualquier animación, venga de donde venga. Pero en el resto del mundo, cuando decimos “anime”, nos referimos solo al estilo japonés.
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