Iluminados por el conflicto: el debate detrás del libro y la película sobre Malvinas 🔥🇦🇷

Iluminados por el conflicto: el debate detrás del libro y la película sobre Malvinas 🔥🇦🇷

Hoy se me vino a la cabeza el tema de León Gieco – Iluminados por el fuego 🎶🔥. Apenas llegué a casa, lo busqué en YouTube y me puse a escucharlo.
Mientras buscaba, me topé con varios videos que discutían qué tan verídica es la historia contada en el libro y en la película del mismo nombre. Muchos excombatientes, especialmente los del Grupo de Artillería Aerotransportada 4 (el grupo en el que se basa la historia, aunque nunca se lo menciona explícitamente), salieron a desmentir varias escenas y contar su propia versión de los hechos 🎥.

Para quienes no la hayan visto, Iluminados por el fuego narra la historia de Esteban Leguizamón, un joven de 18 años enviado a la guerra de Malvinas. La trama comienza cuando un excompañero intenta quitarse la vida, y ese hecho lleva a Esteban a revivir el trauma del conflicto, centrado especialmente en los abusos y el maltrato que sufrieron muchos soldados conscriptos.

📖 El libro fue escrito por Edgardo Esteban, quien también participó de la guerra como conscripto. A los 18 años hizo el servicio militar en Córdoba y fue enviado a Malvinas. Tras la rendición, volvió como prisionero de guerra en el buque inglés Canberra. Luego fue trasladado a Campo de Mayo y posteriormente dado de baja en Córdoba. Años después, inició su carrera como periodista y publicó Iluminados por el fuego en 1993. En 2005, la obra fue llevada al cine por el director Tristán Bauer, alcanzando repercusión internacional.

¿Héroe o villano?

Edgardo_Esteban

La figura de Esteban divide aguas entre los veteranos. Para algunos, representa una voz crítica y necesaria que denuncia los excesos del conflicto y da espacio a la dimensión humana del soldado. Para otros, es visto como alguien que tergiversó los hechos, traicionando la memoria de sus compañeros. Incluso se le reprocha haber eludido una guardia, hecho que —según algunos testimonios— derivó en la muerte del soldado Eduardo Vallejos, quien habría tomado su lugar.

Esteban, por su parte, afirma que su obra no busca atacar, sino abrir un espacio para reflexionar sobre la guerra, el trauma, y cómo fueron utilizados los jóvenes durante la dictadura.

Uno de los testimonios más duros provino del General Carlos Alberto Quevedo, jefe del Grupo de Artillería Aerotransportada 4, quien calificó al libro como “una basura” y expresó públicamente su rechazo tanto a la obra como a su adaptación cinematográfica. Remarcó que el grupo ha demostrado, a lo largo de los años, un fuerte espíritu de cuerpo y unión —algo que, según él, no se corresponde con la imagen presentada por Esteban.

Solados con bandera Argentina

Click aqui para ver las declaraciones de Carlos Alberto Quevedo, general del Grupo de Artillería Aerotransportada 4:

“Quiero felicitar y sentirme orgulloso, con ese sano orgullo que puede sentir un soldado, de que hayan pasado 20 años y los actuales integrantes, que han formado una familia del Grupo de Artillería Aerotransportada 4 —ya que todos los años se reúnen el 11 de junio, viajando entre cuatro y cinco colectivos, veteranos de guerra con sus familias—, y demostrando un espíritu de cuerpo que se ha ido generando y donde ha formado una familia ese espíritu de cuerpo entre soldados, suboficiales, oficiales, jefes, del cual nos sentimos muy orgullosos.
Y ese espíritu de cuerpo se formó por algo. ¿Será por lo que puntualiza el libro? ¿Cómo se llama?… Iluminados por el fuego. ¿O será por la realidad con que se manejó ese combatir codo a codo entre soldados, suboficiales y oficiales?
Yo creo que este espíritu de cuerpo es lo que más demuestra la intencionalidad de este libro y de este guion. Y quiero puntualizar que la reacción contra este libro es producto de los soldados, porque no podemos —los oficiales… Yo empecé a leer este libro porque me lo alcanzó un soldado, un exsoldado mío— y realmente no pude llegar ni a la tercera parte del libro, porque digo: esto no es un libro, esto es una basura.
Entonces no pude terminar de leer. Empecé con el guion, para ver si —digo— es diferente. Es quizás un poco más suave. Pero también hablé con alguien que está apoyando esta película, no hablé porque yo lo buscara, sino que él me buscó a mí. Es un integrante de una universidad importante de la Ciudad de Buenos Aires, la Universidad de San Martín. Que ellos tienen la mejor buena intención, es lo que me expresaron. Yo debo creerles que tienen buena intención…
Entonces les dije: «Ustedes han cometido tres errores, si ustedes tenían una buena intención de hacer una película para construir, para demostrar lo que hizo el soldado argentino en la guerra de Malvinas. Deberían haberse asesorado adecuadamente».
El primer error es elegir el asesor.
El segundo error es llamar a la película de la misma forma que se llama el libro de Edgardo Esteban, que es Iluminados por el fuego.
Con lo cual ellos me dicen: «No, pero la película no es del Grupo de Artillería Aerotransportada 4». Perfecto que usted me lo diga. Sabiendo quién es su persona, yo puedo creerlo, pero no se le puede explicar a todo el oyente que lo que ustedes pretenden es una cosa imaginaria.
Y me dice: «Los únicos que conocen estas cosas que usted está expresando son ustedes, los integrantes del Grupo de Artillería Aerotransportadao 4».
Entonces yo le digo: «¿Y usted cree que no es suficiente ofensa? ¿O que no es justificativo para modificar el título de la película, ya que el título de la película relaciona todo con el Grupo de Artillería Aerotransportada 4?».
No es porque yo haya sido el jefe, sino porque lo han demostrado, a través de 20 años, ese espíritu de cuerpo, esa valentía. Esa valentía para defender el honor de sus integrantes. No digo de los oficiales, me refiero fundamentalmente a los soldados. Quiero aclarar eso. Su valentía para defender su honor.
Y lo están haciendo con tanta valentía, y nos obligan a nosotros —por supuesto que yo también tengo la valentía de acompañarlos y respaldarlos— porque me siento todavía el padre de ellos. Tengo hijos de la edad de ellos.
Y bueno, hemos hecho una amistad muy linda, una familia muy linda. Y creo que eso no se logra si nos hubiéramos comportado como el autor del libro nos pinta en el libro y en el guion.
No he querido hablar con él. Si él me llama —yo se lo dije a usted por teléfono— que yo venía aquí a que él se enfrentara conmigo y me dijera, cara a cara, lo que ha escrito en el libro. Yo estoy aquí. Él no está.”


Las guerras no terminan cuando se firma la rendición. Siguen latiendo en la memoria de quienes la vivieron, y también en las disputas sobre cómo debe contarse. Iluminados por el fuego abrió un debate necesario, pero también doloroso, sobre qué significa recordar y representar una experiencia colectiva tan profunda.

🎤 ¿Y vos qué pensás?
¿Creés que el arte tiene la libertad de reinterpretar los hechos para transmitir un mensaje?
¿O que hay límites cuando se trata de la memoria de una guerra real y sus protagonistas?

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Comentarios

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